QUERER A TU BAR COMO SI FUERA UN HIJO.


“Ser Bar Manager no es tener funciones, tienes que comprender que algo que no es tuyo, lo quieras como si fuera un hijo, si no entiendes que eso es como una criatura que le tienes que dar de comer, lo tienes que cuidar, y lo tienes que educar, nunca serás un buen Bar Manager”. (Marc Álvarez)


Hace ya mucho tiempo, cuando aún tenía tiempo para escribir y reflexionar, en este preciso canal prometí hablar de lo que para mí significa el concepto “Bar”.
Aun sin tiempo, pero con más capacidad de síntesis, y con unas tremendas ganas de activar de nuevo este rincón, abriremos sutilmente de nuevo esta coctelera.

¿Como entiende Mateo el concepto bar? Nunca nadie me ha entrevistado, pero agradezco la pregunta. Empezaré mi reflexión apoyándome en las palabras de uno de mis referentes, el señor Marc Álvarez, el cual ya nombré en más de una de mis formaciones, y cuyo concepto profesional hacia el cargo es compartido por uno mismo.

Concebir un bar como un hijo, es quizás una de las mejores definiciones posibles a la hora de acercar a la gente el sacrificio y grandeza de nuestra profesión, y el como nosotros entendemos el concepto bar, desde nuestra posición: el Bar Manager. 

Pues sí, ser Bar Manager, o adoptar la decisión de serlo, es claramente igual a la de ser padre. Para unos es meditada, para otros como es mi caso, puede llegar de manera fortuita, y para otros, puede no llegar nunca a pesar de buscarla incesantemente. Al final, lo meramente importante es tener la consciencia de lo que es un bar y la significación de dirigirlo.

Considero un buen punto de partida en esta reflexión el paralelismo de Álvarez de ser padre y bar manager, dado que puede ayudar a ejemplarizar al publico el entendimiento de nuestra profesión.
    
Quizás este paralelismo “hijo-bar” no debería quedarse ahí, pues resumiría mi concepto de bar a las palabras de Marc, lo cual no estaría del todo mal, si mi objetivo en esta entrada de blog fuese hacer un “old fashioned de libro” siguiendo la receta tradicional.

Ahora bien, debiéndome a este espacio, un “twist” de las letras del señor Marc Álvarez, no vendrían nada mal a la hora de hacer entender a mis lectores mi opinión personal de esta idea compartida.

No cabe duda que nuestra profesión a cualquier escala es sacrificada, pero cuando uno toma la decisión de ser bar manager, de asumir responsabilidades, y crear proyectos, en nuestro caso: “hijos con nombre Cocktail bar”, es cuando nuestra vida empieza a tener matices diferentes, y a configurarnos como padres con valores propios. 

Entender la esencia del bar, como la continuación de la estirpe es quizás el punto de partida para emprender nuestros nuevos proyectos. El bar debe ser una prolongación nuestra (hablo siempre desde el punto de vista de identidad de negocio, sobrentendiendo la profesionalidad en el proceso), algo que nos exteriorice de manera plena. Un hijo del que sentirnos orgullosos, al que le hemos dado todos nuestros valores, sobrentendiendo que la vida le va a dar el resto, y asumiendo la labor de que nosotros siempre estaremos ahí cuando el mas lo necesite.

El orden, la limpieza, la organización, el trabajo, el sacrificio, la sonrisa, el servicio... son algunos de los valores que a mi juicio se deben trabajar diariamente en nuestro “hijo-bar desde el preciso momento de su nacimiento y durante todo su etapa de crecimiento, pues solo así, llegado el momento, uno podrá presumir de descendiente.

Resumidamente y conceptualizando la relfexión, diría que las expectativas en el proyecto de bar pertenecen a quien tiene la decisión de crearlas y la obligación de defenderlas, y que la sociedad en sí (nuestros clientes), terminarán por definir.

“Pues al fin y al cabo, nosotros decidimos tener criaturas, las cuales, la vida terminará de dar forma, pero desde el preciso momento en el que las creamos asumimos la responsabilidad natural de defenderlas".

Si tuviese que educar como padre un segundo bar bajo 3 valores esenciales, mantendría los hasta ahora defendidos: IDENTIDAD, ENFOQUE y TRABAJO DURO. Creer en lo que haces, tener tu idea de negocio y trabajar duro en ella, resumen en esencia algo tan complejo como son mis valores como progenitor en este mundo del bar.

Un hijo, al fin y al cabo, puede tener más o menos éxito en la vida, pero lo importante es que su padre tenga la conciencia tranquila de que ha puesto los cimientos necesarios para que su bar salga adelante, sintiéndose por encima de todo orgulloso de él.

Fdo.
Mateo García Cano.
@mateogarciacano (Instagram).





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